
The Last of Us Parte 1 apuesta por la accesibilidad para que ningún jugador se quede fuera. 3DJuegos habla con la Fundación ONCE sobre las mejoras que introduce el remake del juego de Naughty Dog.
La accesibilidad en los videojuegos es un concepto que, si bien escuchamos cada vez más, todavía queda lejos para muchos jugadores, como si el asunto no fuera del todo con ellos. Pero la realidad es que un 15% de la población a nivel mundial necesita de estas opciones para poder disfrutar de sus juegos preferidos. Ya se ha lanzado The Last of Us Parte I para PS5 y, aunque revivir la historia de Joel y Ellie es emocionante, hay un aspecto oculto del que quisiera hablar en este artículo: lo accesible que es para los distintos espectros de jugadores.
La accesibilidad se ha ido implementando de una forma u otra poco a poco, habiendo una conciencia cada vez más grande por parte de las compañías de que es un servicio que debe ser ofrecido, así como un nicho potencial a tener en cuenta y una buena imagen para estas. Un ejemplo precioso de esta voluntad por llegar a más jugadores que nunca lo tenemos en el mando adaptativo de Xbox, que permitió que una niña con discapacidad jugara a Zelda Breath of the Wild. Y hoy también, tenemos que celebrar que un juego como The Last of Us Parte I incluya estas opciones de accesibilidad.
Sin embargo, ¿qué entendemos por accesibilidad en los videojuegos? De forma sencilla, podríamos establecer que son todas aquellas opciones destinadas a que la experiencia de juego se adapte a toda clase de personas y de discapacidades. Estas van desde el tamaño del texto, hasta el rango de colores, acabando en controles personalizables. Huelga señalar la importancia que tienen gracias a su función de inclusión social.
Fuente: 3djuegos.com