
La administración pública tiene que tener en cuenta las especiales condiciones del colectivo de las personas con discapacidad intelectual y autismo severo a la hora de tomar medidas excepcionales.
Hola, soy María Dolores, y soy madre de Rafa, una persona con discapacidad intelectual y autismo severo. Además, y debido a una reciente operación, me he convertido en paciente de alto riesgo si resulto infectada por el coronavirus.
Me considero también de esas madres afortunadas, pues mi hijo está siendo atendido en una vivienda con Centro de Día de la asociación APADIS, en San Sebastián de los Reyes. Quiero agradecer a todos los profesionales de atención directa el exquisito cuidado que están dando a estas personas, comportándose como verdaderos héroes, y sin el suficiente reconocimiento por parte de la administración pública. En estos días de propagación del Covid-19 causado por el coronavirus, están haciendo frente a una terrible carencia del material básico de protección para atender a un colectivo con extrema dificultad para mantener los protocolos mínimos de prevención de contagio. Se trata de un colectivo de alto riesgo en el que todas las precauciones tienen que ser mayores que en el resto.
Es por ello fundamental que la administración pública tenga en cuenta las especiales condiciones del colectivo de las personas con discapacidad intelectual y autismo severo a la hora de tomar medidas excepcionales de compensación. Se han cerrado los Centros de Día sin tener en cuenta la dificultad de convivir con estas personas, ya que ni siquiera se han puesto en marcha programas de apoyo familiar para paliar la situación de estas familias.
Por favor, ayúdanos a exigir que la administración nos tenga en cuenta en sus medidas excepcionales difundiendo este mensaje y generando una corriente de apoyo y empatía en estos momentos difíciles para todos nosotros
¡Ah! y ya que no es sencillo entender la situación, recomiendo el visionado de la película “Especiales” en la que queda muy claro el hecho de que nos enfrentamos a situaciones diferentes a las del resto de la población
¡Muchas gracias por tu colaboración!
1 Comentario
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Excelente propuesta/pedido, mí novia Lola, tiene a sus hijos Antonio y Juan, de 24 y 23 años, con autismo severo, concurren al centro de día de PAUTA, ahora cerrado por la emergencia, ellos quieren hacer sus rutinas, imaginen lo difícil que es el día, se ve obligada a pedir asistencia de monitores, no puede sola con sus hijos. Ojalá el Estado dicte medidas de excepción para este colectivo.